viernes, 16 de octubre de 2015

No elijas un trabajo, elige a un jefe

Mucho se ha hablado últimamente sobre este tema, y es que cada vez es más común que los empleados dejen un puesto de trabajo debido a la mala gestión de sus superiores.

Como muchos jóvenes hoy en día, yo soy muy activa en LinkedIn y casualmente me encontré un grupo en el que se comentaba acerca de cuales son las características que un buen manager debe tener. Aquí os dejo las tres más mencionadas:


  • Facilitador del aprendizaje. Lo más fácil para un jefe de equipo es dar un discurso a sus trabajadores sobre cómo deben realizarse las tareas en la compañía. Lo que es verdaderamente difícil es permitir a los miembros del equipo que aprendan sus propias lecciones, que se equivoquen y crezcan con sus errores, pues serán estos los que recuerden el resto de su vida. Los buenos managers favorecen la generación de nuevas ideas. Dan la autonomía suficiente que permita a los empleados desarrollar su potencial y aportar nuevas ideas y métodos de trabajo.

  • Liderazgo. Un buen jefe no es aquel que asigna objetivos y comprueba si se han cumplido, sino aquel que trabaja codo con codo con el equipo para que se alcancen los logros previstos. Los buenos gestores conocen las debilidades y fortalezas de su equipo, pero pueden ver el potencial de cada uno de los empleados y son capaces de sacar lo mejor de cada uno de ellos.

  • Confianza. Los buenos jefes hacen el esfuerzo de identificarse con el empleado y su situación profesional y personal. No les importa el control que tengan sobre ciertas situaciones, sino que delegan en sus trabajadores y les depositan la confianza necesaria para conseguir sus metas. Los mejores gestores sirven de inspiración a los miembros de su equipo.


Durante el proceso de entrevistas tienes la oportunidad de conocer a tu superior inmediato y decidir si es alguien con el que quieres trabajar. Tu manager definirá en gran medida tu nivel de compromiso y satisfacción laboral. Es algo parecido a lo que ocurre cuando un profesor del colegio es capaz de infundirte pasión por una asignatura, un buen jefe puede hacer que tu vida laboral sea significativa e interesante.

No hay duda que el dinero y el estatus son importantes en tu carrera, sin embargo es la motivación personal y la progresión profesional lo que debe guiar tu decisión a la hora de aceptar una oferta laboral.

En algunas ocasiones se tienen dos ofertas en la mano y muchos deciden elegir la compañía más grande o conocida, frente a la pequeña empresa. Mi sugerencia es que no te dejes guiar por el estatus que te va a dar esa gran empresa, el trabajo es la fuerza dominante en tu vida, solo podrás tener estabilidad y felicidad si trabajas en un sitio que pueda ofrecerte aquello que buscas.



Don´t pick a job. Pick a Boss. Your first boss is the biggest factor in your career success. A boss who doesn´t trust you won´t give you opportunities to grow. William Raduchel.


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Melissa Cotillas Lucas, es Consultora de RRHH en la empresa irlandesa Zartis, con sede en Madrid.

Gran psicóloga y aun mejor persona, he tenido la suerte de que nuestros caminos se cruzaran estudiando Psicología en Valencia y que de ello todavía permanezca una gran amistad.

Si quieres saber un poquito más sobre Melissa, puedes contactar con ella en los siguientes enlaces:


Twitter: @_melissacl_
Web de la empresa: www.zartis.com

jueves, 1 de octubre de 2015

Voy al psicólogo para perder peso

"Llevo 20 años haciendo dietas. Pierdo peso, gano, pierdo otra vez, vuelvo a ganar... ya no sé qué hacer. ¡Lo he probado todo! Necesito motivación para adelgazar, una ayuda externa para mantenerme fuerte, aguantar la ansiedad que me produce no comer lo que quiero...".

Este podría ser un ejemplo típico de aquellas personas que acuden a consulta, en un intento de probar la "última opción" para poder bajar de peso.

Es frecuente que nos cuenten cómo su peso ha ido dibujando una línea curva como una montaña rusa, con subidas y bajadas, pero sin mantenerse estable. Este es el famoso efecto YO-YO que producen las dietas restrictivas, aquellas que prohíben alimentos (curiosamente los más apetitosos y apetecibles para el paciente) y que además no dejan ningún "día libre" para comer lo que apetezca (aunque siempre de una manera moderada y controlada).


Este tipo de dietas, que también son hipocalóricas, producen una bajada de peso rápida en un principio, pero ¡cuidado! suelen ser abandonadas poco después. Las restricciones solo producen una disminución de la motivación. Por consiguiente, paramos la dieta y además vamos directos a disfrutar de los deliciosos alimentos prohibidos y de las cenas en restaurantes con amigos a las que habíamos dejado de asistir. Ello nos lleva a aumentar de peso, y ya lo tenemos, otra subida del YO-YO.



¿Cómo puede ayudarte un psicólogo en tu objetivo de perder peso?

  • Lo primero, hacer un chequeo médico para descartar cualquier patología que esté influyendo en nuestro peso.
  • Queremos abandonar la palabra DIETA, aquella que te ha perseguido y martirizado durante tanto tiempo. A partir de ahora no vamos a seguir una "dieta para adelgazar". Vamos a hacer algo mucho más importante, vamos a aprender unas pautas de alimentación y vida saludable, que por supuesto te harán llegar a tu objetivo de pérdida de peso, pero también te permitirán ganar en salud.
  • Aprender algunos conceptos de nutrición es fundamental. Debemos conocer cómo funciona nuestro organismo y qué es lo que nos hace engordar y perder peso. Aquí podemos colaborar con tu nutricionista, si es él quien te ha derivado a nuestra consulta.
  •  Incluir una pauta de alimentación saludable, que no exceda en las calorías diarias necesarias para la persona y con 5 comidas a lo largo del día.
  • Incluir la actividad y el ejercicio físico es fundamental. Es prácticamente imposible reducir nuestro peso si no hacemos ejercicio físico. Para comenzar nos sirve cualquier tipo de actividad, como pasear al perro, hacer la compra, limpiar la casa, ir andando al trabajo, subir por las escaleras en vez de usar el ascensor... hasta que poco a poco vayamos incluyendo ejercicio más estructurado como salir a andar, nadar, ir al gimnasio, jugar a pádel, etc.
  • Aprenderemos una serie de estrategias para controlar nuestras "situaciones riesgo" en las que tendemos a comer más cantidad y peor calidad.
  • En la mayoría de las ocasiones comemos por el mero placer que nos produce hacerlo. Otras, para sentirnos mejor cuando estamos tristes, ansiosos o simplemente aburridos. Pero debemos darnos cuenta como a pesar de que comer nos aleja de esas sensaciones negativas, a los pocos minutos llega una sensación de culpabilidad mayor y pensamientos negativos de frustración y desilusión. Por ello, aprenderemos cómo afrontar las sensaciones y pensamientos negativos de una manera diferente a la que estamos acostumbrados.

Por último, lo más importante, aprenderemos trucos que nos mantengan los suficientemente motivados como para hacer de nuestra nueva pauta de alimentación y actividad saludable, la pauta definitiva.